En algun lugar donde parece ser siempre verano,en el mes de septiembre,aun cuando el dia se levanta con luz mas brillante de un sol nuevo y atardece con la luz mas suave fundiendose entre las nubes,fue tomada esta foto.
Es realmente increible lo mucho que te puede llegar cambiar una persona a la que apenas conoces,pero con la que tendras que convivir los siguientes 10 dias.
Levantarte a su lado,preocuparte por ella,hacerla sentirse comoda pero sin llegar a agobiarla,prepararle todo lo posible y hacer todo cuanto este en tu mano para que tenga una feliz estancia.No todo el mundo lo haria del mismo modo que lo hizo ella,ya que cada cual es diferente,pero ella eligio hacerlo asi.
Y no se arrepintió.
Los 10 dias pasaron volando y cuando menos se dio cuenta ya estaba de vuelta en el aeropuero junto a ella deseandole un buen viaje,secandole las lagrimas y diciendole que en nada se volverian a ver,apesar de que las dos sabian que aun quedaba bastante para que eso volviera a pasar.
No sabia lo que habia hecho,pero algo en ella habia cambiado,ella la habia cambiado.
Todas las risas que durante ese tiempo compartieron,todos los momentos a solas y si,alguna que otra lagrimas le habian llegado adentro.Al igual que a ella.
Ahi gente que dice las cosas por decir,porque saben que aquello que escuchas es lo que esperas escuchar de esa persona,y sin resentimiento alguno te hacen el mayor daño que te puedan causar.
Ese viaje no tuvo ninguna de esas palabras.
No sé que significo ese viaje para aquella persona que un 26 de septiembre cogió el avion y volvio a su hogar,pero para aquella que aqui se quedo,le fue lo mas grato del mundo.
Le regalo todas las sonrisas posibles y muchas de las mejores anectodas que a sus nietos podra contar,pero ante todo,le regalo un cambio enorme.Un cambio personal,intimo,algo que nadie mas sabrá,por supuesto.
Para mi,espero que para ella tambien,la foto vale mas que todas la palabras posibles que le pueda dedicar.
Ese fué el comienzo de una nueva amistad.